DADÁ
El dadá fue un movimiento antiarte que surgió en Zúrich (Suiza) en 1916 iniciado por Tristan Tzara, que se caracterizó por sentimientos de protesta contra convenciones literarias, una actitud de burla total por las manifestaciones artísticas, por gestos y manifestaciones provocadoras en las que los artistas pretendían destruir todas las convenciones con respecto al arte, creando una especie de anti-arte o rebelión contra el orden establecido en aquella época.
Se manifiesta contra la belleza eterna, contra la eternidad de los principios, contra las leyes de la lógica, contra la inmovilidad del pensamiento, contra la pureza de los conceptos abstractos y contra lo universal en general. Propugna, en cambio, la desenfrenada libertad del individuo, la espontaneidad, lo inmediato, actual y aleatorio, la crónica contra la intemporalidad, la contradicción, el no donde los demás dicen sí y el sí donde los demás dicen no; defiende el caos contra el orden y la imperfección contra la perfección.
Por tanto en su rigor negativo también está contra el modernismo, el expresionismo, el cubismo, el futurismo y el abstraccionismo, acusándolos, en última instancia, de ser sucedáneos de cuanto ha sido destruido o está a punto de serlo. La estética dadá niega la razón, el sentido, la construcción del consciente. Sus formas expresivas son el gesto, el escándalo, la provocación. Para dadá la poesía está en la acción y las fronteras entre arte y vida deben ser abolidas.
EXPRESIONISMO
El Expresionismo es una corriente pictórica que nace como movimiento a principios del siglo XX (1905-1925), principalmente en Alemania, aunque también aparece en otros países europeos, ligado al fauvismo francés como arte expresivo y emocional que se opone diametralmente al impresionismo. Tras finalizar la Primera Guerra Mundial, a esta corriente pictórica le siguieron otras tendencias como el constructivismo, la nueva objetividad, el informalismo y, más tarde, los denominados "nuevos salvajes” y el fotorrealismo.
Los elementos más característicos de las obras de arte expresionistas son el color, el dinamismo y el sentimiento. Lo fundamental para los pintores de principios de siglo no era reflejar el mundo de manera realista y fiel —justo al contrario que los impresionistas— sino, sobre todo, romper las formas.
El objetivo primordial de los expresionistas era transmitir sus emociones y sentimientos más profundos.
Los elementos más característicos de las obras de arte expresionistas son el color, el dinamismo y el sentimiento. Lo fundamental para los pintores de principios de siglo no era reflejar el mundo de manera realista y fiel —justo al contrario que los impresionistas— sino, sobre todo, romper las formas.
El objetivo primordial de los expresionistas era transmitir sus emociones y sentimientos más profundos.






No hay comentarios:
Publicar un comentario